En Colombia, como en bastantes países, se ve reflejada con alto impacto el fenómeno de la corrupción, básicamente porque los colombianos somos muy desconfiados, lo que su vez lleva a nosotros a calificar a alguien como inferior o superior dado el poder que tengamos, no obstante aunque algunos pueden pensar ser la exención, en el fondo sabemos que no es así. Es muy común que a nuestro alrededor juzguemos muchas veces, sin antes tener empatía por el semejante, asumiendo que entran como prejuicios las miradas de desagrado igualmente pensamientos.
Solo por esas pequeños pensamientos podemos decir, que en cierto modo cada persona que tiene pensamiento pre juiciosos así sean perceptibles o no, a veces podemos exponerlos de manera que sembramos en nuestra mente una crítica, que se convierte en una especie de justificación para defendernos de nuestros actos o bien comprobar nuestro juicio, es una reacción a lo que una persona nos hace, por consiguiente devolvemos con más peso, porque pensamos que esa persona nos hizo algo peor.
pero con una impresión más desfavorable para nosotros, ahora bien esto es un pensamiento o juicio reflejado en un colombiano, el problema mayor problema no radica en solo pensamientos, sino que el representante o líder ya sea presidentes, ya sea integrantes del consejo de estado, alcaldes u otros, que tengan un mayor poderío, tomando un ejemplo un gobierno, podemos formular una idea deducida, de que la persona a cargo de un distrito o un estado, actuara de forma corrupta, a causa de que la cultura que dirige, ya que está arraigado un concepto de prejuicio y todos los que llevan el cargo son así, lo que a su vez puede ser cierto, sin embargo las personas se resignan y no creen, que va a ver una mejor opción, esto en cuanto a la opinan popular, por otro lado están las personas que se oponen que bien son pocas, lo cual no hace la diferencia tomando por ejemplo la visión de Colombia.
Esto en parte es culpa de cada uno pero más relevante en los que tienen el poder, puesto que son intangibles porque ellos son las ley y no salen damnificados, suponiendo que a su que las personas repitan este comportamiento, donde habrá una jerarquía, que es definida por cantidad de ingresos, como en efecto es así la realidad.
Pues podemos corroborar eso con el periódico del Tiempo pues da una estadística alarmante, “En Colombia, los casos que han saltado a los medios han sido tan sonoros, preocupantes e indignantes que la corrupción ya es el principal problema en el imaginario del 19 por ciento de la población, situándose de segundo en la lista general. Esto es, para una de cada cinco personas”
No solo podemos culpar a unos cuantos pues es cierto que los que más delitos de este tipo cometen y salen sin culpa alguna son estos, pues podemos ver que la actitud corrupta es algo cotidiano en Colombia, pues todos tenemos algo de esta.
Una autora llamada Alba Pérez del rio de un libro peculiar llamado jardín de moras dijo "Hoy en día la corrupción sigue igual", señaló y agregó que "este no fue un libro planeado, tampoco es un libro de tesis, fue un libro que fue fluyendo solo, las confrontaciones fueron dándose solas y al principio no tenía claro que yo fuese a hablar de la corrupción" Publicado en el espectador.
En este libro la autora toca de manera personal y directamente familiar la corrupción.
Finalmente la conclusión de este articulo no es solo concientizar a las personas a que se analicen ellas mismas, sino que a reflexionar, razonar y oponerse de forma radical y correcta, frente a este fenómeno, que en parte si bien es una característica del ser humano o no, podemos controlarla con mas equidad y haciendo cumplir la ley, asimismo entrar en empatía con nuestros semejantes y respetando sin prejuicios, aunque sin dejarnos someter ni sometiendo de manera de desquite porque consideramos que merecemos más que otros.